Blindamos su puerta, aprovechando la hoja y el cerco existentes, sin alterar la decoración de la cara exterior (a menudo es requisito imprescindible, en comunidades de vecinos, respetar una estética).

Para conseguir una buena seguridad se realizan los siguientes pasos (véanse imágenes):

  1. El primer paso en el blindaje de puertas es la sustitución de las bisagras actuales por una línea de bisagras, de la longitud de la puerta, con puntos antipalanca y rodamientos de bolas, lacada o cromada, embutida en el marco. A su vez, con esto, se corrige la caída, el mal encuadre o el alabeo de la puerta.
  2. Colocación de una plancha de acero, de las mismas dimensiones de la puerta, en la cara interior de ésta; y si se estima oportuno también en el cerco.
  3. Revestimiento decorativo del cerco y la puerta con un tablero de madera que llevará una terminación de laca o barniz acorde a la decoración de la vivienda.
  4. Cambio de las molduras (varios modelos).
  5. Instalación de cerradura de seguridad sobrepuesta. Todos los modelos cierran en el lateral, arriba y abajo. La mayoría de pueden forrarse con la misma madera a la empleada en el interior de la puerta; terminación que busca la mejor estética.
  6. Siempre ofrecemos la máxima protección con escudos y cilindros -antitaladro y antiextracción- que cumplen normativa de seguridad.

– En caso de que la puerta tenga doble hoja, en la pasiva se realizarán los tres primeros puntos anteriores. Después se colocarán pasadores, inferior y superior, para el bloqueo de esta.

– Si la puerta tiene montantes o fijos, estos también se reforzarán con planchas de acero.

– También restauramos decoraciones exteriores e interiores deterioradas por el tiempo y otras circunstancias.

Con estas modificaciones usted y su familia podrán disfrutar de la seguridad que necesitan manteniendo el decorado y la madera de su puerta de siempre.